CLIMA SOCIAL FAMILIAR.
Hace referencia al ambiente social en el que se desarrollan los miembros de una familia.
El clima social familiar está influido por la estructura de la familia, los valores imperantes en esta, el tipo de comunicación y de relación que mantienen sus miembros, las características socioculturales (etnicidad, estatus social, creencias religiosas, etc.), la estabilidad del sistema familiar, y la forma en que en este se promueve el desarrollo de sus miembros. Cuando el clima social familiar es adecuado se caracteriza por la existencia de un ambiente que facilita el crecimiento y desarrollo de cada uno de los individuos que componen la unidad familiar. Desde una perspectiva enfermera, el crecimiento sería el logro de las tareas de desarrollo, acorde con la edad de cada miembro en todas sus dimensiones, es decir, la física, la psíquica y la social.
El fomento de la madurez de los miembros de la familia se consigue, por una parte orientándolos hacia la adquisición de competencias personales y sociales, fomentando el desarrollo de la intelectualidad, dirigiéndolos hacia la realización de actividades formativas, sociales y culturales y por otra parte, promoviendo valores morales y/o religiosos adecuados que sustenten las conductas y comportamientos de los miembros de la familia.
El clima familiar esta relacionado con la cohesión familiar, la posibilidad de expresarse libremente y la estabilidad en el sistema. Para conseguir un buen clima, es importante que la familia mantenga unas relaciones adecuadas, en lo que se refiere a los vínculos existentes entre sus miembros, es decir, que mantengan una cohesión familiar moderada que permita a sus miembros preservar su intimidad y expresen libremente sus emociones, opiniones, quejas y desacuerdos. La cohesión familiar hace referencia a la unión emocional que tienen los miembros de una familia, que se refleja en el tipo de relación, el grado de autonomía, de independencia y los límites existentes entre los distintos subsistemas familiares.
Contribuye igualmente a conseguir un clima familiar adecuado, el que los miembros de la familia puedan expresar libremente sus opiniones, sus quejas, sentimientos y emociones. También favorece el clima familiar la estabilidad en el sistema que depende en gran parte del mantenimiento de una organización que favorezca la realización de las rutinas familiares, la gestión de los recursos. Por ultimo es necesario que la familia desarrolle unos principios y valores adecuados su entorno sociocultural, que sustente sus actitudes y comportamiento.
Valoración del Clima social familiar
Para estudiar el clima familiar analizaremos los vínculos emocionales existentes entre los miembros de la familia, es decir la cohesión familiar, junto a la estabilidad existente en la unidad familiar, estudiando también el modo en que se facilita el crecimiento y desarrollo de sus miembros.
Podemos estudiar la cohesión familiar, atendiendo a los siguientes aspectos:
a) La existencia de, determinando si estos son permeables, rígidos o inexistentes.
b) Fomento de la intimidad entre sus miembros (Respeto por las pertenencias, el espacio, la individualidad, las amistades).
c) La existencia de apoyos, permitiendo la libertad de expresión (preocupaciones, problemas, enojos, etc.) y desarrollando sentimientos de confianza y comprensión entre los miembros de la familia.
La cohesión familiar puede ser alta, moderada alta, moderada baja, o baja. Se dice que esta es adecuada cuando es moderada-alta o moderada-baja.
El estudio de la estabilidad del sistema familiar, se puede realizar determinando en qué medida se desarrollan las rutinas familiar y la familia mantiene su organización a lo largo del tiempo, permitiéndole también mantener su funcionamiento. La estabilidad requiere igualmente de una buena gestión de las finanzas y de los recursos familiares.
El estudio del fomento del crecimiento y del desarrollo, se puede realizar observando si la familia orienta a sus miembros hacia:
a) La adquisición de competencias personales y sociales (capacidad de ser autónomos, de resolución de problemas, de integración social, desarrollo de habilidades sociales).
b) El desarrollo intelectual favoreciendo su participación en actividades formativas, educativas y culturales. Para ello puede ser útil conocer el nivel académico de sus miembros, la existencia de fracaso escolar, absentismo, etc.
c) El empleo de valores morales y/o religiosos que sustente las conductas, determinando el grado de importancia otorgado a los mismos.