Mantenimiento de la información: Repaso
Vamos a hablar ahora de los repasos. Estos sirven para mantener la información a lo largo del tiempo con el menor esfuerzo posible. Por bien que se haya estudiado una lección, si no se repasa periódicamente se terminará olvidando.
¿Cómo?
La forma de realizar los repasos es escribiendo (de nuevo) en un papel aparte lo que vamos recordando, sin haber mirado previamente aquello que vamos a repasar.
Si al terminar nuestro repaso vemos que se nos "escapa" algo, nos remitimos a nuestro esquema primitivo para mirar aquello que no recordamos, repitiendo posteriormente los procesos de escribir y comprobar si está correcto hasta que conseguimos reproducir todo el contenido sobre el que estamos trabajando.
¿Cuándo?
La lógica de los repasos es muy sencilla: hay que hacerlos frecuentemente al principio y paulatinamente los vamos distanciando cada vez más. Una forma práctica de aplicar este principio es hacer los repasos según la siguiente secuencia:
Al día siguiente.
Una vez a la semana (por ejemplo el sábado), todo lo organizado y memorizado a lo largo de la misma.
A las dos semanas del 2º.
A las 3-4 semanas del 3º.
A las 5 semanas del 4º.
Resulta muy útil utilizar un calendario donde anotar los repasos que vamos haciendo.
Si has llevado a cabo bien la planificación de tu estudio, solo te queda el repaso anterior al examen.
Es muy importante que sepas que si se hacen las cosas de la manera descrita, los tiempos que invertirás en los repasos se irán haciendo cada vez más cortos, hasta el punto de que, a partir del tercer repaso, tardarás "el tiempo que tardas en saber que te lo sabes".