Celtíberos
La Celtiberia es la región comprendida por el alto y medio valle del rio Ebro y la zona del alto segura. Un región que los romanos dividieron a su vez en Celtiberia citerior, donde encontramos a las tribus de los Titos, Belos y Lusones con ciudades como Segobriga o Segeda, y la Celtiberia ulterior, territorio de los belicosos Arévacos , donde encontramos Numancia, los Pelendones y los Berones, en cuyo territorio se encuentra Calagurris.
El mundo celtibérico se encuentra influido por sus vecinos del litoral levantino y presentan un desarrollo urbano del que son ejemplo las ciudades antes mencionadas. Su relación con Roma se desarrolló de manera conflictiva durante buena parte del s II hasta la llegada de Graco en el 180 y la pacificación de esta zona. Una pacificación relativa que duró hasta la reactivación del conflicto celtibérico en el 153 con la toma de Segeda y el primer asalto de Numancia, un conflicto que durará más de veinte años hasta la conquista total de este mundo por el romano.
Sociedad y poblamiento
La sociedad celta se basa en la continuidad de un sistema tribal donde los núcleos familiares son la unidad base a la que se superponen el clan y la tribu preservando un marcado carácter territorial. No obstante sobre estos lazos de sangre y la dependencia de la población a un territorio se crean otra serie de lazos relacionado más con un mundo guerrero vinculado principalmente a las élites sociales. Así los jefes y caudillos acogen bajo su tutela a grupos de guerreros que como en el mundo ibero entablan profundos lazos de amistad y fidelidad con sus protectores. Estos lazos se reflejan en un mundo de regalos y honores dispensados de forma asimétrica en ambas direcciones y genera una serie de fenómenos curiosos para los observadores romanos, como la hospitalitas, las actividades de bandolerismo ritual muy practicadas concretamente por el mundo lusitano etc.
En esta sociedad los asentamientos van como hemos dicho desde los castros más pequeños del mundo cántabro-astur en medio de valles de difícil acceso a asentmientos urbanos como las oppida celtibérica de Segeda y Numancia.
Economía
En cuanto a la economía celta, su núcleo es fundamentalmente la actividad agropecuaria, presentando una fuerte ganadería, condicionada por los distintos paisajes, con una base compuesta por ganado ovicaprido y bovido a los que se suman los suidos y los équidos, estos como símbolo de prestigio. Su agricultura se basa en los cultivos de secano en la meseta (trigo y cebada) complementados por cultivos de leguminosas (habas, guisantes...) y por la recolección de otros productos como las bellotas, Además se detecta en algunas zonas silvicultura, horticultura y el cultivo de vid en la zona celtibérica).
Otros sectores económicos importantes son los derivados de la actividad minera, donde debemos destacar la explotación del hierro cuyo uso en herramientas se generalizó en este periodo. Junto con el hierro también se explotan la plata, el plomo, el cobre yotros minerales y productos como la sal de roca.
La religión
La religión en el mundo céltico se basa en dos núcleos muy potentes: El primero heredero del mundo indoeuropeo donde conviven u panteón de influencia celta europea con diosas como Epona o Lugus y un panteón autóctono de desarrollo propio, en la zona central; y un segundo núcleo periférico con cultos heredados del mundo del bronce atlántico más centrado en cultos en santuarios naturales.
El sistema de lugares de adoración es muy similar al expuesto en el mundo ibero y presenta:
- Santuarios naturales (cuevas, claros de bosques, etc.)
- Santuarios extraurbanos (destacan las piedras fermosas, altares de roca tallados donde se diferencian áreas de cremación y sacrificio)
- Santuarios urbanos ( diferentes salas con bancos corridos en la zona central de los castros asociadas a banquetes rituales)
- Santuarios domésticos.
En lo referente a los enterramientos observamos esta misma dicotomía al presentar una cultura heredera de los campos de urnas donde la incineración es el rito general y en la zona periférica se observa una carencia de ritos que se reflejen en el registro arqueológico como sucediera en el periodo anterior.